Ha quedado abajo demostrado el poder de las videoinstrucciones, que se pueden manipular, desconectar o conectar con otra fuente distinta, intercambiar audio y demás. Pero qué opinan los videoinstructores de todo esto? Saben lo que ocurre con sus videoinstrucciones?.
Y es que las videoinstrucciones no son presenciales, uno puede estar ahí delante o no que la videoinstrucción no se verá afectada, puede uno traer a la vecina del 5º, a la abuela o a todos los asistentes al último partido Barça-Madrid, que el instructor del
video no se verá intimidado, no pestañeará ni siquiera.
Pero qué ocurriría si los videoinstructores estuvieran ahí contigo, realmente dándolo todo contigo, sudando contigo, emocionándose contigo.
En los años 90, Paul Sermon propuso una cama como escenario para su instalación. Más que una videoinstrucción sería una jamm improvisada, en la que los visitantes y el propio Sr.Sermon tienen un encuentro virtual, exploran sus cuerpos y comparten ese espacio intimo que es una cama sin hacer.
http://mkn.zkm.de/works/telematic-dreaming/video/1/
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